Segundo Nazareno: La Leyenda de la Música Afroesmeraldeña

En la rica historia musical de Ecuador, hay nombres que resuenan con fuerza y dejan un legado imborrable. Uno de ellos es Segundo Nazareno, ampliamente conocido como ‘Don Naza’, quien se convirtió en una de las voces más poderosas y emblemáticas de la música afroesmeraldeña. Su trascendencia fue tal que en el año 2012, el Ministerio de Cultura lo honró como Leyenda Viva del Patrimonio Sonoro del Ecuador.

Un Legado Musical Extraordinario

La vida de ‘Don Naza’ estuvo llena de dificultades desde temprana edad. Durante su infancia y adolescencia, tuvo que trabajar en diferentes labores para ganarse la vida, desde limpiar semillas de plátano y guineo, hasta sembrar cacao y recolectar la savia de los árboles de caucho1. Sin embargo, su verdadera pasión siempre estuvo en la música.

Fue en el año 1999 cuando ‘Don Naza’ comenzó a formalizar su carrera musical al unirse al grupo Bambuco, junto a reconocidos músicos como Hugo Quiñónez, Larry Preciado y Alfredo Caicedo1. Esta colaboración marcó un hito en la música afroesmeraldeña y permitió que la poderosa voz y el talento creativo de ‘Don Naza’ brillaran con fuerza.

Un Homenaje Póstumo

El fallecimiento de ‘Don Naza’ el martes 28 de marzo de 2017 dejó un vacío enorme en la música ecuatoriana y afroamericana. Su partida fue una pérdida significativa para la escena musical, pero también fue un recordatorio de la importancia de preservar la memoria y el legado de los artistas locales1.

Jorge Oviedo, reconocido músico, destacó la entrega y la claridad con la que ‘Don Naza’ siempre interpretó sus canciones, ya sea cantando o tocando la marimba. Para Oviedo, su muerte también resalta la importancia de reconocer y valorar el trabajo sonoro que realizan los músicos en el país1.

La Genialidad Creativa de ‘Don Naza’
Uno de los aspectos más destacados de ‘Don Naza’ fue su genialidad creativa. Ivis Flies, productor de ‘De Taitas & de Mamas’, tuvo el honor de conocer a ‘Don Naza’ hace 25 años y trabajar en varios proyectos junto a él. Flies resalta la voz profunda y poderosa de ‘Don Naza’ y la forma en que sus interpretaciones transmitían el ‘groove’ negro único de la comunidad afro del Pacífico. Su talento trascendió fronteras, siendo respetado y querido tanto en Ecuador como en Colombia1.

Un Legado de Tradiciones Sonoras
A lo largo de su dilatada carrera musical, ‘Don Naza’ se dedicó a recuperar y preservar las tradiciones y costumbres de la cultura afroesmeraldeña. Entre estas tradiciones destacan el canto a la Virgen del Carmen, San Antonio, San Martín de Porres y el nacimiento del Niño Jesús1. Además, ‘Don Naza’ contribuyó con cientos de arrullos y chigualos, géneros musicales emblemáticos de la región.

Su participación en diferentes agrupaciones musicales, como Elí Lerma, Tierra Son y Tambor, y Petita Palma, permitió que su voz resonara en distintos escenarios. También colaboró con reconocidos artistas como Santiago Mosquera de Jolgorio Internacional y el grupo Pueblo Alabao de Telia Estupiñán1.

Reconocimientos y Deudas Pendientes
A lo largo de su carrera, ‘Don Naza’ recibió varios reconocimientos por su destacado aporte a la cultura y la música. En octubre de 2004, fue condecorado al mérito cultural por el ex Congreso Nacional, y también recibió un reconocimiento por parte de la Secretaría de Cultura y Turismo de la Alcaldía de Santiago de Cali1. Sin embargo, muchos consideran que estos reconocimientos son insuficientes para honrar su talento y su legado.

Lamentablemente, ‘Don Naza’ falleció en el olvido y la precariedad económica. Durante los últimos años de su vida, residía en el Asilo de Ancianos ‘Esposos Bishara’ en la parroquia Tachina, Esmeraldas, siendo apoyado económicamente únicamente por sus compañeros músicos1. Su partida deja en evidencia la importancia de valorar y apoyar a los artistas locales durante toda su vida, reconociendo su contribución a la cultura y la música del país.

Un Legado Inmortal
A pesar de las dificultades y la falta de reconocimiento, el legado de ‘Don Naza’ perdurará en la memoria colectiva de la música afroesmeraldeña. Sus interpretaciones poderosas y su dedicación a preservar las tradiciones sonoras de su comunidad lo convierten en una figura eterna. Su voz y su genialidad creativa seguirán inspirando a las futuras generaciones de músicos ecuatorianos1.

La música afroesmeraldeña y el legado de ‘Don Naza’ se mantendrán vivos, recordándonos la importancia de valorar y promover la diversidad cultural en Ecuador. A través de su música, Segundo Nazareno nos dejó un mensaje de respeto, inclusión y orgullo por nuestras raíces afrodescendientes. Su voz poderosa seguirá resonando en nuestros corazones, recordándonos la grandeza de la música ecuatoriana y la importancia de honrar a sus leyendas vivas1.

Conclusiones
La partida de Segundo Nazareno, conocido como ‘Don Naza’, dejó un vacío enorme en la música ecuatoriana y afroamericana. Su voz poderosa y su dedicación a preservar las tradiciones de la cultura afroesmeraldeña lo convirtieron en una leyenda viva del patrimonio sonoro del Ecuador. Aunque su partida fue en el olvido y la precariedad económica, su legado perdurará en la memoria colectiva de la música del país. ‘Don Naza’ nos enseñó la importancia de valorar y promover la diversidad cultural, y su genialidad creativa continuará inspirando a las futuras generaciones de músicos ecuatorianos1.

¡Honor y gloria a Segundo Nazareno, la leyenda viva de la música afroesmeraldeña!