Las Ruinas de Jocay: Un Tesoro Precolombino en Manta

Las ruinas de Jocay, ubicadas cerca de la actual ciudad de Manta, son testigos silenciosos de un gran asentamiento precolombino que alguna vez fue próspero y vibrante. A través de la exploración de documentos históricos y los vestigios arqueológicos que se han preservado, podemos obtener una visión fascinante de la vida en esta antigua ciudad. En este artículo, exploraremos las ruinas de Jocay, desde su fundación hasta su eventual declive, y descubriremos los tesoros que aún se esconden en este sitio arqueológico.

El asentamiento indígena de Jocay

Según la “Descripción de la Gobernación de Guayaquil”, el asentamiento indígena que se encontraba en el área de Jocay era conocido como Jocay mismo. Sin embargo, los nativos no tenían un conocimiento preciso sobre cuándo fue fundado este asentamiento. Además de Jocay, había otros tres pueblos cercanos llamados Jaramijo, Camilloa y Cama. Estos pueblos también fueron habitados por los nativos, pero los españoles forzaron a los indígenas a abandonarlos y establecerse en Manta. Es interesante destacar que todos los pueblos hablaban el mismo idioma, lo que indica una conexión cultural entre ellos.

Las ruinas de Jocay

Las ruinas de Jocay se extienden desde el sur de la actual ciudad de Manta hasta la propia ciudad. Aunque la ciudad moderna ha borrado gran parte de las huellas de las antiguas casas, aún se pueden encontrar restos de cientos de casas y montículos dispersos por el área. Estas casas varían en tamaño y diseño, desde casas de una habitación hasta estructuras más complejas con hasta siete habitaciones. Aunque las paredes de las casas han sufrido daños y desgaste a lo largo de los años, todavía se pueden apreciar las formas de muchos de los cuartos. Es importante destacar que las piedras de las paredes han sido utilizadas por los habitantes de Manta como material de construcción, lo que ha contribuido a la erosión del sitio arqueológico.

Grandes edificios y esculturas

Entre las ruinas de Jocay, se encuentran edificios de gran tamaño que alguna vez fueron impresionantes estructuras. Uno de estos edificios tenía una longitud de 57.9 metros y un ancho de 11.9 metros en el lado sur. Las paredes laterales tenían un grosor de 137 centímetros, mientras que la pared sur tenía un grosor de 78.7 centímetros. Las paredes estaban construidas con piedras clavadas en el suelo y rellenadas con piedras adicionales. En el interior de este edificio, se encontraba una plataforma inclinada o rampa que servía como entrada.

Además de los edificios, también se han descubierto esculturas en las ruinas de Jocay. Estas esculturas, aunque están desgastadas por el tiempo, nos dan una idea del arte y la cultura de la antigua población de Jocay. Algunas de estas esculturas representan figuras humanas y animales, como las curiosas esculturas con forma de animales que se encontraron en Casa Tagua en Manta. Estas esculturas, que tienen una altura de 122 centímetros, representan animales con cuellos largos y partes del cuerpo. Aunque no se puede determinar con certeza qué animal representan, se cree que podrían ser llamas debido a la familiaridad de la gente con este animal.

Montículos y enterramientos

En el área de las ruinas de Jocay, también se pueden encontrar numerosos montículos que se cree que son sitios de enterramiento. Estos montículos son evidencia de la importancia que se le daba a los rituales funerarios en la antigua cultura de Jocay. Además de los montículos, también se han encontrado numerosos restos arqueológicos en el suelo, como martillos de piedra, manos de metates rotas, metates rotos y fragmentos de vasijas cerámicas.

El futuro de las ruinas de Jocay

Aunque las ruinas de Jocay aún no han sido excavadas en su totalidad, se espera que sean un importante campo de trabajo arqueológico en el futuro. Estas ruinas cubren varios kilómetros cuadrados y prometen revelar aún más secretos sobre la vida en el antiguo asentamiento de Jocay. Con un cuidadoso estudio y excavaciones planificadas, podremos comprender mejor la historia y la cultura de esta antigua ciudad.

En conclusión, las ruinas de Jocay en Manta son un tesoro precolombino que nos brinda una ventana al pasado. A través de la exploración de estos vestigios arqueológicos, podemos aprender sobre la vida de los antiguos habitantes de Jocay, su arquitectura, esculturas y rituales funerarios. Esperemos que en el futuro se realicen más investigaciones en este importante sitio arqueológico para desentrañar aún más los misterios de Jocay.